Si una mascota no viaja correctamente sujeta en el vehículo, podría salir lanzada multiplicando por 35 su peso en un accidente de tráfico; según Norauto.

De este modo, en un viaje a 50 kilómetros hora, un perro de 20 kilos podría aumentar su peso hasta los 700 kilos en un impacto contra los pasajeros. Esto podría ocasionar a los ocupantes graves secuelas, además de terribles lesiones para la mascota.

Así, recuerda que en el Reglamento de Circulación queda estipulada la necesidad de que el conductor y los pasajeros mantengan una posición correcta y que los animales u objetos sean colocados adecuadamente para que su transporte no interfiera entre ellos y el conductor.

Para transportar a las mascotas, Norauto remarca que “nunca deben viajar sueltos o en brazos”. Por el contrario, es recomendable usar transportin y dejarlo en el suelo si se trata de animales pequeños. Una alternativa es debería usar un arnés para engancharlos al cinturón de seguridad, con dos enganches a ser posible.

Si, por el contrario, se trata de animales grandes, el transportin debe ir en el maletero o utilizar un remolque para viajes en verano e invierno.

También es importante no dejar nunca solo al animal dentro del coche, pues puede verse afectado por un golpe de calor y es aconsejable aprovechar las paradas para darle un breve paseo y darle agua frecuentemente.