En declaraciones a la prensa Jorge Fernández Díaz ha explicado que están "bastante convencidos" de reducir el límite de la velocidad para mejorar en seguridad vial, aunque ha indicado que lo implementarán en el momento adecuado.

Sobre la posibilidad de aumentar el límite máximo de las autopistas y autovías a 130 km/h, ha asegurado que lo están estudiando, aunque todavía "no hay una decisión tomada". En este sentido, fuentes de la Dirección General de Tráfico han matizado que la posibilidad de aumentar la velocidad en autopistas sólo está "en estudio" y no hay ningún proyecto para hacerlo a corto plazo.

"Hay un consenso social de que el diferencial entre las autopistas y autovías y las carreteras convencionales de 20 km/h no es razonable", ha reflexionado Fernández, para quien hay tres opciones de cambiarlo: subiendo la velocidad de autopistas y autovías, bajando la de las carreteras secundarias o un sistema mixto. 

Por el momento, el ministro se ha mostrado a favor de que se reduzca la velocidad en las carreteras convencionales, donde hay un índice de siniestralidad superior con consecuencia de lesiones y muertes.

El anterior director de Tráfico, Pere Navarro, ya planteó la posibilidad de reducir la velocidad en todas las vías secundarias de 100 a 90 kilómetros por hora, aunque finalmente la medida no llegó a ponerse en práctica en la anterior legislatura.

A favor de esta posible medida se encuentran las Asociaciones de Automovilistas y en contra, las Asociaciones de Víctimas que ven con preocupación como las señales de 120 km/h podrían desaparecer muy pronto.

En el último balance anual publicado, el de 2010, un total de 419 personas murieron en accidentes ocurridos  autopistas y autovías  (el 16%) y casi  1.600 en vías de doble sentido y caminos vecinales.