La propuesta tiene el objetivo de incorporar a la normativa española los estándares europeos en materia de acceso a la movilidad, donde el permiso B1 ya ha sido adoptado y probado con éxito por algunos de los países de nuestro entorno como Portugal, Italia, Francia y Reino Unido.
Ambas organizaciones consideran que este permiso daría la posibilidad de un primer acceso a la movilidad eléctrica a cerca de un millones de personas cada año.
Una de las principales ventajas de esta implantación del B1 a corto plazo sería el incremento de la seguridad en los desplazamientos, puesto que este permiso permitiría "un acceso racional y escalonado a la conduccón de automóviles, y una alternativa de movilidad más segura a los medios de transporte tradicionales", según destacan desde PONS Seguridad vial.
Otra de las ventajas del permiso B1 es que el cuatriciclo L7 comparte elementos de seguridad con los vehículos de categoría M, el vehículo convencional para el transporte de personas. Asimismo, según PONS Seguridad Vial y AEDIVE, estos vehículos presentan un elemento fundamental para la seguridad del que no disponen los cuatriciclos de la categoría L6, como es la disposición de estructuras de protección en caso de vuelco (ROPS).
Por último, ambas organizaciones destacan que para el período 2020-2024, el Reglamento (UE) 2019/631 confirma los objetivos de emisiones de CO2 del parque de vehículos de la Unión para los coches en 95 g de CO2/km.