Una compañía automovilística americana está llevando a cabo este proyecto que tiene como objetivo principal evitar los infartos al volante, aunque no estará en el mercado, al menos, hasta dentro de 5 años.

La seguridad en la conducción se ha convertido en el objetivo prioritario no sólo para los fabricantes de automóviles. La Universidad de Navarra o el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial llevan años trabajando en sistemas que permitan detectar los síntomas de la fatiga o el sueño.

Unos sensores darían la señal de alarma, primero en forma de luz intermitente y después a través de sonidos agudos.

Para los despistes o los peatones que cruzan de forma inesperada, una empresa alemana ya ha puesto remedio. Se trata de un sensor que hace posible que el vehículo frene automáticamente.

Los conductores están cada vez más concienciados de la seguridad al volante. De hecho, ya existen alarmas que avisan al conductor del olvido de los niños en la parte trasera del coche.