Durante la semana del 22 al 26 de enero, la Dirección General de Tráfico llevó a cabo una de sus habituales campañas de vigilancia y control centrada, en esta ocasión, en los vehículos dedicados al transporte escolar y de menores. En dicho periodo, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil controlaron 2.799 vehículos, de los que uno de cada tres (1.014 vehículos) fue sancionado con un total de 1.781 denuncias formuladas. Las irregularidades administrativas son las que mayor número de denuncias han generado, entre ellas, 629 por no disponer de la autorización especial para realizar transporte escolar y 330 por no tener suscrito un seguro de responsabilidad ilimitada, tal y como exige la ley.
En relación con el uso del cinturón de seguridad
En aquellos vehículos que los llevan incorporados, Tráfico ha informado de que se constató que en 12 de los vehículos que disponían de estos sistemas de retención no se hacía uso de ellos por presentar anomalías en su funcionamiento. Por otro lado, la DGT ha destacado que ninguno de los conductores de transporte escolar dio positivo en los controles preventivos de alcohol realizados por los agentes.
No obstante, seis de ellos sí lo hicieron a otras drogas y 22 fueron sancionados por incumplir los límites de velocidad establecidos. Además, un total de 59 vehículos de transporte escolar presentaban deficiencias en las puertas de servicio y emergencias, así como en sus dispositivos de accionamiento, y otros 15 fueron denunciados por no tener al día la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Sobre la señalización obligatoria que este tipo de vehículos deben llevar, 84 de los vehículos controlados no llevaban la correspondiente señal V-10 de transporte escolar y otros 14 carecían del dispositivo luminoso con señal de emergencia. Finalmente, un total de 36 conductores fueron denunciados por no llevar a bordo del autocar una persona encargada del cuidado de los menores cuando así procedía y otros 26 por exceso de tiempo de conducción o minoración del descanso.