El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo. Es por ello, que encontrar un tratamiento eficaz para esta enfermedad sea uno de los mayores retos de la medicina.

Los expertos han señalado, en los últimos años, que la mejor alternativa para destruir las células tumorales sin dañar a las sanas es la inmunoterapia, que se encarga de movilizar el sistema inmunitario del paciente para hacer frente específicamente a las células cancerosas.

El problema es que el tumor de cada paciente tiene un conjunto único de mutaciones que primero deben ser identificadas, lo que requiere de estrategias personalizadas de vacunación.

Ahora, la revista Nature publica dos estudios independientes sobre dos vacunas que proporcionan beneficios clínicos a los pacientes con melanoma de alto riesgo sin mermar su seguridad.

En el primero de los trabajos, liderado por el Instituto del Cáncer Dana-Farber y el Instituto Broad (ambos en EE UU), los expertos llevaron a cabo un ensayo clínico de fase I en seis personas afectadas por este tipo de cáncer, cuyos tumores habían sido extirpados por cirugía y que se consideraban de alto riesgo de recurrencia.

Cuatro de los seis pacientes no mostraron recurrencia

La vacuna probada, conocida como NeoVax, provocó una fuerte actividad de los sistemas inmunitarios de los pacientes, con efectos secundarios insignificantes. Las inmunizaciones se iniciaron 18 semanas después de la cirugía. Los resultados apuntan que cuatro de los seis pacientes tratados no mostraron recurrencia a los 25 meses.

En los otros dos pacientes, cuyo cáncer se había diseminado a los pulmones, la enfermedad reapareció después de la vacunación. En ese momento, se comenzó otro tipo de tratamiento (terapia de control, anti-PD-1) con el fármaco pembrolizumab. Ambos pacientes tuvieron una regresión completa del tumor y permanecen libres de enfermedad.

En el segundo de los trabajos, realizado por expertos de varias instituciones alemanas, se recoge el ensayo en fase I de la primera aplicación humana de una vacuna basada en ARN personalizado.

Esta nueva estrategia de vacunación, realizada en 13 pacientes con melanoma, está dirigida a los antígenos del cáncer llamados neoepítopos –fragmentos proteínicos que pueden ser reconocidos por el sistema inmunitario y que sirven como marcadores para identificar y luchar contra el cáncer–.

Aumento de la inmunidad contra antígenos tumorales

Ocho de los trece participantes permanecieron libres de tumores a los 23 meses. Los cinco restantes presentaron recaídas antes de iniciar la vacunación con neoepítopos. Dos de estos pacientes experimentaron respuestas objetivas después de la vacunación y uno de ellos tuvo una respuesta de regresión tumoral completa, después de la administración secuencial de la vacuna y de la terapia anti-PD-1.

Con respecto a si este hallazgo podría cambiar los patrones en el tratamiento del cáncer, los autores afirman que de momento se ha trabajado para determinar las mutaciones más adecuadas para cada paciente y para adaptar la vacuna y monitorizar los marcadores para valorar si se producía una fuerte respuesta antitumoral.