Durante los ensayos clínicos descubrieron lo que se conoce como supervivencia libre de progresión, es decir, una terapia combinada que puede prolongar el tiempo que los pacientes viven sin que su cáncer empeore y ayuda, al mismo tiempo, a superar la resistencia a inmunoterapias previas, lo que permite que más pacientes se beneficien del tratamiento.

El enfoque combina los fármacos de inmunoterapia ipilimumab y nivolumab, una combinación que no sólo mostró una mayor supervivencia libre de progresión, sino también una mayor tasa de respuesta global al tratamiento en comparación con los que recibieron la terapia estándar actual de ipilimumab solo.

Los resultados del ensayo clínico multicéntrico fueron realizados por la SWOG Cancer Research Network, un grupo financiado por el Instituto Nacional del Cáncer, y se han publicado en la revista'Nature Medicine'.

El doctor Antoni Ribas, autor principal del estudio, catedrático de Medicina de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA y director del Programa de Inmunología Tumoral del Centro Oncológico Integral Jonsson de la UCLA, afirma que los resultados cambian la práctica y que el enfoque combinado debería ser el régimen farmacológico preferido para las personas con cáncer que no han respondido a un tratamiento previo de inmunoterapia.

Tanto ipilimumab como nivolumab son inhibidores del punto de control inmunitario que actúan bloqueando las proteínas del organismo que pueden impedir que el sistema inmunitario ataque a las células cancerosas. El nivolumab, también conocido como inhibidor de PD-1, bloquea una proteína de punto de control inmunitario de las células T denominada PD-1. El ipilimumab, también conocido como inhibidor de CTLA-4, bloquea la proteína CTLA-4. Estos inhibidores pueden ayudar a restablecer la capacidad natural de las células T para atacar a las células cancerosas.

Actualmente, los pacientes con melanoma metastásico avanzado son tratados con inhibidores de PD-1 como primera línea de defensa. Aunque estos inhibidores de los puntos de control han supuesto un avance significativo para el tratamiento de personas con diversos tipos de cáncer avanzado, más del 50% de los tumores de melanoma metastásico son resistentes al fármaco. Cuando se produce la resistencia, los pacientes suelen ser cambiados a inhibidores de CTLA-4.

Antes de este estudio, no estaba claro si los pacientes cuyos cánceres son resistentes a los inhibidores de la PD-1 pueden continuar con el agente PD-1 en combinación con un inhibidor de CTLA-4 o si deben ser cambiados a un inhibidor de CTLA-4 solo.

Esta combinación tenía el potencial de activar mejor el sistema inmunitario contra el cáncer al bloquear simultáneamente dos puntos de control inmunitarios principales, aumentar la infiltración inmunitaria en el cáncer y superar así la resistencia al anti-PD-1 solo, apunta Ribas, que también es miembro del Centro Eli y Edythe Broad de Medicina Regenerativa e Investigación con Células Madre.

Para comprobar si un enfoque combinado es más eficaz que el uso de inhibidores de CTLA-4 por sí solos como terapia de segunda línea, los investigadores incluyeron en el ensayo clínico multicéntrico a 91 pacientes que ya habían sido tratados con un fármaco de inmunoterapia anti-PD-1 y no habían recibido un fármaco anti-CTLA-4.

Todos los pacientes reclutados tenían cáncer de pulmón de células pequeñas y que no habían respondido a la terapia actual. Sesenta y ocho de estos pacientes fueron asignados aleatoriamente a recibir la combinación de ipilimumab y nivolumab y los otros 23 pacientes recibieron sólo ipilimumab.

El equipo de investigadores midió la supervivencia sin progresión como criterio principal de valoración y también analizó otros factores, como el grado de infiltración de las células inmunitarias en los tumores, la respuesta del cáncer al tratamiento, el tiempo de vida de los pacientes y los efectos secundarios.

A partir de los resultados, descubrieron que los participantes que recibieron el tratamiento combinado tuvieron una mejora del 37% en la supervivencia sin progresión en comparación con los que recibieron ipilimumab solo. Los pacientes que recibieron el tratamiento combinado también presentaron tasas de respuesta más elevadas: el 28% de los pacientes vieron reducirse su tumor, frente a sólo el 9% de los que recibieron ipilimumab solo.

Los efectos secundarios fueron similares a los que se conocían previamente sobre esta combinación de fármacos, y el acontecimiento adverso grave más frecuente fue la diarrea, que se produjo en la misma proporción con ipilimumab solo o en combinación.

De esta forma, descubrieron que aproximadamente un tercio de los pacientes que recibieron la combinación de inmunoterapia obtuvieron mejores resultados y que la secuenciación de los tratamientos de inmunoterapia, tal como se probó en este estudio, es el siguiente paso para adaptar mejor las opciones de tratamiento.