Como recoge el último informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el número de personas expuestas a olas de calor aumentó en 125 millones entre los años 2000 y 2016. Esto pone en relevancia la necesidad de llevar a cabo más medidas contra el cambio climático, puesto que, como aseguran los expertos, se espera que la intensidad, la frecuencia y la duración de los episodios de temperaturas extremas aumenten todavía más.
Otro indicador climático, el calor oceánico, sitúa 2018 como el año que ha batido récord de temperaturas máximas establecido en 2017, a profundidades de 700, y 2.000 metros. Esta variación se debe, según la OMM, a la acumulación de los gases de efecto invernadero en los océanos.
De nuevo, se ha producido otro récord en el aumento del nivel del mar. Porque en 2018, ascendió 3,7 mm más que en 2017. La causa de esta subida recae en la pérdida acelerada de masa en los mantos de hielo, después de que el pasado año registrara los niveles más bajos en la extensión de hielo ártico, desde que se tienen datos. Por otra parte, el hielo de la Antártida presenta algunos de los valores más reducidos, registrados en los últimos cinco meses de 2018.
Con todos los datos recogidos por la OMM en la Declaración sobre el estado del clima de este año, esta organización pretende sentar los primeros pasos a tratar en la próxima cumbre sobre el clima, convocada en septiembre por la ONU.