Con motivo del Día Internacional de los Bosques, celebrado el sábado 21 de marzo, Greenpeace ha publicado un comunicado en el que señala que la pérdida de bosques, como el Amazonas y la Cuenca del Congo, aumenta el riesgo de contagio por virus, bacterias y otros microorganismos a los que, generalmente, los seres humanos no estamos expuestos.

La organización asegura que el deterioro ambiental está agravando la permanencia de estas enfermedades zoonóticas. Por otra parte, se espera que la deforestación aumente los brotes de este tipo de dolencias, que podrían causar crisis más severas.

En este sentido, según los datos de la organización ecologista, se estima que el 58% de las enfermedades infecciosas y el 73% de los patógenos emergentes o reemergentes proceden de los animales. Además, añade que dos tercios de dichas afecciones se originan en la fauna silvestre, y que se han incrementado en los últimos 50 años.

Por otro lado, a partir de los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los ecologistas apuntan que se ha registrado una pérdida neta de alrededor de 129 millones de hectáreas de bosque entre 1990 y 2015. Y, a partir de los datos de la organización Global Forest Watch, se recoge que de 2001 a 2018 se han perdido 361 millones de hectáreas de cubierta arbórea a nivel mundial, lo que ha aumentado la emisión a la atmósfera de CO2.