El cambio climático está elevando las temperaturas a nivel mundial, lo que influye mucho en la fisiología de los insectos, las tasas de crecimiento y la supervivencia, incluyendo su capacidad para eludir a los depredadores.

Un estudio de la Universidad de Dartmouth predice que la probabilidad de los mosquitos de sobrevivir y emerger hasta la edad adulta se incrementará en más de un 50% si las temperaturas del Ártico se elevan 2°C. 

El grupo de investigadores de este estudio explican que este modelo de población y clima que desarrollaron para los mosquitos del Ártico y sus depredadores se puede generalizar a cualquier ecosistema donde la supervivencia depende de la sensibilidad a los cambios de temperatura.

Las temperaturas medias en el Ártico se han incrementado al doble que la tasa global en los últimos cien años y la escasa biodiversidad de los ecosistemas árticos proporciona una sencilla interacción depredador, presa para este estudio. 

Los mosquitos del Ártico se desarrollan en estanques superficiales temporales fruto del deshielo durante la primavera en la tundra, donde sus principales depredadores son los escarabajos buceadores.

Los resultados muestran que las temperaturas más cálidas de primavera hicieron que los mosquitos surgieran dos semanas antes y acortaron su tiempo de desarrollo a lo largo de las etapas de larva y pupa en aproximadamente un 10% por cada grado centígrado de incremento de la temperatura. 

El calentamiento elevó el número de mosquitos que eran comidos por los escarabajos buceadores, pero el crecimiento acelerado de los mosquitos en sus etapas juveniles vulnerables disminuyó su tiempo con los depredadores acuáticos, lo que en última instancia, elevó su probabilidad de sobrevivir hasta la edad adulta.