Tan solo un 20% de las zonas más profundas de los bosques de todo el mundo se encuentra libre de la deforestación causada por el ser humano. Sin embargo, una nueva investigación ha concluido que, incluso esas zonas de bosques y selvas tropicales ven reducida la presencia de mamíferos por culpa de la caza.

Mientras que la deforestación de las zonas verdes puede medirse a través de satélites o imágenes, no ocurre lo mismo con la pérdida de diversidad animal. Esto dificulta en gran medida la posibilidad de estudiar las poblaciones de todo tipo de especies, así como datar el número de sus ejemplares.

Uno de los últimos estudios a este respecto ha subrayado que, incluso en áreas protegidas, la población de grandes mamíferos se encontraría bajo una gran presión por culpa de la caza. En particular, el oeste y el centro de África, y el sur y este de Asia. En total, se prevé una disminución del 13% en todas las especies de mamíferos, con una reducción que llegaría al 40% en los grandes mamíferos.

Esto se debería, como adelantan los responsables del estudio, a que los principales objetivos de la caza ilegal se centran en grandes animales, con mayor carne y productos como cuernos o huesos para su comercialización.

No obstante, este tipo de animales se reproduce con mayor lentitud, lo que dificulta la recuperación de sus números. Además, la caza excesiva de carnívoros deriva en un descontrol de las especies herbívoras; lo que dispara sus números con negativos resultados para la conservación de la vegetación.