La larga franja, de unos 85 kilómetros de anchura, recorre las costas catalana, valenciana y la de Baleares. Por ello, el Gobierno ha dictado que esta zona sea altamente protegida e incluida en la Lista de Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM). Se extiende desde el Cabo de Creus, en Gerona, hasta el Cabo de la Nao, en el sur de Alicante, y discurre en paralelo a las costas de Ibiza, Mallorca y Menorca y a las costas de Cataluña y Comunidad Valenciana.

"España es un país eminentemente volcado al mar", subraya Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, y recalca la importancia que tiene integrar las políticas marítimas de una forma trasversal.

En el corredor ya no puede haber nuevas prospecciones ni ningún tipo de nueva actividad extractiva de hidrocarburos y está prohibido el uso de sistemas de investigación geológica subterránea por medio de sondas, aire comprimido, explosiones controladas o perforaciones.

Si se incluye esta nueva área, España supera el 12% de sus aguas marinas protegidas, lo que le posiciona como uno de los países con mayor protección de Europa y por encima de los objetivos del Convenio sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas, que establece que el 10% de las aguas marinas y costeras deben estar protegidas en 2020.

La Administración debe establecer mecanismos de protección que den "certeza al futuro" para que todas las actividades económicas tengan capacidad de planificación, según ha incidido Hugo Morán, y añade que el Decreto que ha aprobado el Gobierno garantiza el equilibrio entre la conservación y el aprovechamiento de los recursos.

Una política de estas características "tiene que ser consensuada" y requiere un amplio proceso de concentración, destaca Morán. Además, ha valorado el esfuerzo que hace España con esta protección y la importancia de que el país apueste por el sector pesquero tradicional y en el ámbito del transporte de mercancías.

Este área es una zona de paso migratorio para el rorcual común pero también una zona de alimentación para una gran diversidad de cetáceos y para otras especies de fauna marina, numerosas especies de aves y tiburones.

Esta protección supone un hito dentro de la conservación del medio marino, y la elaboración de su plan de gestión se abordará dentro de 'Life Intemares', un proyecto de conservación marina que coordina la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, una iniciativa cofinanciada por la Comisión Europea que está dotada con 50 millones de euros y en la que se han involucrado todas las comunidades autónomas del litoral.