Los contaminantes incluidos en este estudio son: las partículas en suspensión, el ozono, el plomo y el radón, mientras que entre los que han quedado sin contabilizar destacan el ruido, los óxidos de nitrógeno (NOx), los rayos UVA o los pesticidas.

El investigador de ISGlobal que ha participado en el estudio, David Rojas, ha calificado la situación de "inaceptable" y ha puntualizado que "en el estudio únicamente se incluyen aquellos factores de riesgo sobre los que existe una causalidad plenamente contrastada y para los cuales hay datos para los 195 países analizados, por lo que se trata de estimaciones conservadoras".

Lo más grave de todo es que se trata de muertes que podrían evitarse tomando medidas para eliminar la contaminación. En base a estos datos, los investigadores estiman que los factores ambientales son responsables de un 5% de la carga de enfermedad de la población de España, mientras que en el caso de la Unión Europea la carga ambiental es del 6 % y la media mundial asciende al 13 %.

La exposición ambiental que constituye un mayor riesgo para la salud, a nivel global, es la contaminación del aire por partículas en suspensión.  De hecho, en España los vehículos mototrizados constituyen la principal fuente de contaminación.

El estudio denuncia que a lo largo, de la última década, se ha producido un incremento de un 7,8% en las cifras globales de mortalidad atribuida a las partículas en suspensión, un hecho al que ha contribuido el aumento de la población.