Un equipo de investigación de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) ha estudiado el comportamiento de los elefantes asiáticos (Elephas maximus) nacidos en momentos en que las madres experimentaban altos niveles de estrés y han llegado a esta curiosa conclusión.

Los investigadores basaron su trabajo en el registro de la vida y la muerte de más de 10.000 elefantes de Birmania, que abarcaba tres generaciones y casi un siglo.

"Las malas condiciones tempranas de la vida están relacionadas con resultados de enfermedades en humanos, pero se desconocía si el estrés en edades tempranas también acelera las tasas de envejecimiento en las especies con vidas largas", explica Hannah Mumby, autora principal del estudio.

Estos elefantes asiáticos están en semicautividad y trabajan en la industria de la madera, empujando y arrastrando troncos. El estudio ha demostrado  que los meses de junio a agosto, que es temporada de monzones y por lo general cuando los elefantes trabajan duro arrastrando troncos a los ríos, son los más difíciles para los animales y están más estresados. 

Por eso, el número de crías nacidas en este momento, en concreto, es bajo y sus perspectivas de supervivencia son bastante limitadas.

Así, los resultados ponen de manifiesto que el estrés materno se asocia con el envejecimiento de sus descendientes.