La posidonia es una planta vital para el mar Mediterráneo, al tratarse de un refugio para la fauna marina que purifica el agua y crea arena. Además, actúa como captador de CO2.
Se trata de un servicio público reforzado y ampliado durante la temporada estival, que finalizará el próximo 30 de septiembre.
Diez embarcaciones vigilarán la posidonia y seis se encargarán de la gestión del fondeo con boyas para vigilar más de 68.000 hectáreas marinas.
Así, el Parque Natural de ses Salines de Eivissa y Formentera cuenta con seis embarcaciones, lo cual incrementa la superficie de vigilancia y el número de efectivos respecto del año pasado, ya que se incluyen los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) de Cala Saona por el oeste y des Caló por el este, pasando de dos a seis barcas.
En Mallorca hay tres embarcaciones: una de ellas cubre desde es Trenc hasta al cabo de ses Salines, una segunda vigila la parte sur de la bahía de Alcudia hasta el cabo des Freu y la tercera trabaja entre la bahía de Pollença y la parte norte de la bahía de Alcudia. Mientras tanto, Menorca cuenta con una embarcación.
Los servicios se ejecutarán dentro del mar y se centrarán en la asistencia al fondeo para embarcaciones de grandes esloras en zonas arenosas, principalmente para embarcaciones de entre 15 y 110 metros de eslora para evitar cualquier afección sobre la posidonia.
Además, se proporcionará información sobre la planta, motivo por el cual se han elaborado folletos informativos.