Actualmente, los objetivos para 2030 de la UE están fijados en una reducción de al menos 40 % de las emisiones de CO2 con respecto a los niveles de 1990; en que el 32 % del consumo venga de energía renovable; y en una mejora del 32,5 % de la eficiencia energética. Sin embargo, hasta antes del estado de alarma, Bruselas estaba estudiando los planes nacionales presentados por cada uno de los países de la Unión Europea para elevar esta ambición.

Por parte de España, el compromiso se centra en alcanzar la neutralidad climática para 2050, a través de una ley climática que hará que este objetivo sea legalmente vinculante.

Además, la Comisión Europea trabaja para presentar en septiembre de 2020 un plan de evaluación de impacto, que eleve las ambiciones de la UE para 2030. Por otro lado, también busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 50% o 55% en comparación con los niveles de 1990.

La Red de Acción Climática (CAN) considera razonable posponer la cita de la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26) debido a las restricciones de movilidad y a que los Gobiernos ahora deben dar prioridad a la salud, la seguridad y los empleos de sus ciudadanos. Aún así, recuerda que una mala gestión de la crisis climática podría tener similitudes con la pandemia de coronavirus.