Un nuevo estudio que recoge los datos de algunas de las mayores ciudades del planeta, asegura que para 2030 es necesaria una reducción del 50% de las emisiones a la atmósfera. Además, los investigadores, que se han basado en urbes con más de 700 millones de habitantes, comunican que al evitar el 80% de emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2050 se impediría una crisis climática sin precedentes.

Europa, Estados Unidos y el este asiático comprenden el área, que como informan los autores del estudio, más debería implicarse en evitar que la temperatura del planeta aumente más de 1,5 grados antes de acabar el siglo.

Para ello, estas regiones deberían empezar a aplicar cuanto antes medidas para reducir hasta dos tercios su impacto climático en la próxima década. Una serie de políticas que se centrarían en introducir modificaciones en los medios de producción y consumo en alimentación, construcción, transporte, e incluso en vestimenta o electrónica.

En el caso de la alimentación, el estudio establece la necesidad de que el consumo de carne anual por persona se rebaje de 58 kilogramos a 16. Por otra parte, las emisiones resultantes de la construcción tendrían que disminuir un 26% para 2030.

A través de estas medidas se ahorrarían hasta 70 millones de dólares en daños derivados de la contaminación aérea, y se podrían prevenir hasta 160.000 muertes anuales con un consumo más rico en fruta y verdura.