Los responsables de este proyecto ya se han reunido con representantes del Cabildo de Fuerteventura y el Gobierno de Canarias para presentar el estudio de viabilidad demográfica para la reintroducción de esta especie, que está oficialmente extinguida en España.

Lo siguiente es que el Ejecutivo canario elabore el proyecto definitivo, que posteriormente debe presentarse a la Comisión Estatal del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y a la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente para su aprobación.

Consideran Fuerteventura como un lugar idóneo para un ensayo de translocación de ejemplares de foca monje procedentes de la población de Cabo Blanco, cerca de Nuadibú, en Mauritania, donde habita la colonia más importante del mundo de esta especie.

En 2015, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Mauritania suscribieron una declaración de intenciones para la recuperación de especies extinguidas en ambos países.

Gracias a este acuerdo se planean la reintroducción de cinco especies: cuatro antílopes sahelo-saharianos en Mauritania y la foca monje en España, todas ellas en peligro de extinción a nivel mundial.

Las Islas Canarias orientales tienen un carácter estratégico fundamental para la conservación de la foca monje, al estar localizadas geográficamente entre las poblaciones de esta especie en Mauritania y Madeira, Portugal.

El lugar idóneo para la reintroducción es el Parque Natural de Jandía, en el sur de la isla. Una zona donde los expertos consideran que ofrece un amplio hábitat de alimentación disponible, suficiente para un grupo de individuos reintroducidos, y donde las amenazas son mínimas, ya que la actividad pesquera se desarrolla a pequeña escala y está prohibido el uso de determinadas artes.

Además, el territorio tiene un buen estado de conservación, con baja densidad de habitantes, un turismo moderado y espacios protegidos con gran extensión y naturalidad, productividad marina y grado de aislamiento muy notables.

En este proyecto colabora la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) a través de su Programa de Investigación de la Foca Monje de Hawai, y la Comisión de Mamíferos Marinos de Estados Unidos (MMC).