Los últimos estudios de investigadores de la NASA han demostrado que el hielo más antiguo del Ártico está empezando a desaparecer.
Anualmente, el hielo marino se forma en invierno y se derrite con las altas temperaturas del verano. El hielo que sobrevive al deshielo se espesa cada año y el recién formado crece entre 1 y 2,5 metros de espesor en su primer año de vida. Por su parte, el hielo que tiene más años cuenta con un espesor de 3 a 4 metros. El hielo más viejo es más resistente a fundirse y ser empujado por corrientes de aire
El hielo del Ártico no sólo ha reducido su superficie en los últimos años, se está volviendo más joven y más delgado.
La pérdida de este hielo más antiguo contribuye al deshielo del casquete del mar Ártico. El hielo viejo servía de fortificación, el motivo es que un verano caliente derrite todo el hielo joven, pero no puede deshacer el hielo más antiguo. Pero este ya no es tan resistente como antes.
Los científicos de la Universidad de Colorado desarrollaron una manera de controlar el movimiento del hielo marino del Ártico y su evolución gracias a la temperatura del brillo característico del hielo. Ahora se ha demostrado que existen nuevas pérdidas de espesor del hielo más antiguo debido a que la habitual bolsa de hielo consistente se está convirtiendo en pedazos pequeños de hielo viejo mezclado con otro más joven. Estas masas de hielo son más faciles de fundir.
Hemos pasado de tener un veinte por ciento de cubierta de hielo marino formada por hielo viejo, a tener solo un tres por ciento. Esta póliza de seguro del casquete de hielo del mar Ártico se está perdiendo y la posibilidad de un verano libre de hielo aumenta.
En Hazte Eco, nos hemos unido a Greenpeace, para solicitar que el Ártico sea declarado Patrimonio de la Humanidad. ¡Ayúdanos con tu firma!