El lince ibérico es el felino en mayor riesgo de extinción en nuestro planeta. Pese a los esfuerzos por la recuperación de estos animales para intentar mejorar su supervivencia, a principios de 2014 en Andalucía había solo 319 ejemplares.

Se trata de unos felinos de hábitos nocturnos, sigilosos y ágiles que se alimentan principalmente de conejos, aunque también de distintos tipos de aves como perdices. 

El principal motivo por el que la supervivencia de los linces peligra se debe a la caza masiva que se produjo en el siglo XX de estos animales. Actualmente, la falta de alimento, las enfermedades y los atropellos son los mayores peligros a los que se enfrentan los linces diariamente.

Respecto a los atropellos, la Organización conservacionista WWF está preparando un informe por considerar que las administraciones andaluzas y estatales están incumpliendo sus obligaciones básicas de mantenimiento de carreteras donde el pasado año 2014 murieron la mayoría de los linces ibéricos.

En comunidades como Extremadura, se han adoptado medidas para evitar estos atropellos como poner señales de tráfico en las carreteras que advierten a los conductores de la presencia de linces en esas zonas.