"El reto es pasar a la acción. Si queremos alcanzar estos ambiciosos objetivos hay que adoptar una perspectiva global para movilizar a un gran abanico de interlocutores",  ha afirmado el vicesecretario general de Naciones Unidas, Jan Eliasson, ante los más de 150 ministros de todo el mundo reunidos en Nairobi. 

La lucha contra el cambio climático permitirá combatir conflictos, guerras y crisis humanitarias causados por la sequía, la deforestación o la falta de alimentos, ha explicado. "Si no se frenan estos efectos causados por el deterioro medioambiental, cerca de 200 millones de personas se habrán visto obligadas a abandonar sus casas en el año 2050", ha destacado.

"Los avances que hemos logrado hasta el momento están en peligro y muchas personas se están viendo afectadas por el cambio climático", ha alertado Eliasson, que puso como ejemplo las devastadoras consecuencias que El Niño está teniendo en todo el mundo.

"Debemos redoblar los esfuerzos en la prevención para evitar estos conflictos, que pueden llegar a un punto sin retorno", ha pedido a los representantes de la comunidad internacional en la UNEA, conocida como el "Parlamento del Medioambiente". 

La sostenibilidad medioambiental permitirá combatir la pobreza y la exclusión social, ya que en muchas zona rurales la principal fuente de riqueza proviene de los recursos naturales, según ha destacado la ONU.

"La relación entre la pobreza y el medioambiente es incuestionable y nos obliga a adoptar políticas medioambientales para lograr un mundo más igualitario", ha afirmado el ministro de Medioambiente de Costa Rica y presidente de la UNEA-2, Edgar Gutiérrez. 

El director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, también destacó que para poner fin a la exclusión y la pobreza hay que ocuparse de las franjas más vulnerables y compartir la distribución de la riqueza. 

"Al ritmo actual, el mundo no puede mantener un equilibrio", añadió Steiner. Todos coincidieron en que para lograrlo hay que poner en marcha los acuerdos alcanzados en París contra el cambio climático e integrarlos con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).

"Llamo a todos los gobiernos en esta sala a la ratificación en los procesos legislativos de cada uno de sus estados", dijo la presidenta de la Cumbre del Clima (COP21), Ségolène Royal. En ese mismo sentido, el presidente de la próxima cumbre (COP22) y ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de Marruecos, Salaheddine Mezouar, insistió en que es necesario pasar a la acción para poder conseguir "credibilidad". 

"Hay muchas promesas que no se han cumplido y hoy por hoy lo más importante es impulsar la acción. Debemos responder con mayor compromiso ante la amenaza del cambio climático", dijo Mezouar con vistas a la COP22 que se celebrará el próximo noviembre en Marraquech.  Para poner fin a la pobreza y la exclusión, uno de los principales objetivos de la ONU para los próximos 15 años, el ministro marroquí apostó por "ahondar en la solidaridad" y "dejar atrás las lógicas de dominación". 

Un informe publicado por el PNUMA ha abordado las diferentes oportunidades que los países tienen a su alcance para aplicar políticas a nivel nacional que permitan avanzar hacia un desarrollo sostenible, como por ejemplo los planes de reforestación. 

El objetivo, ha asegurado, es construir una "civilización ecológica" en la que el desarrollo ecológico integre también el económico, social, cultural y político. La ONU insistió en que es necesario que los Gobiernos tiendan puentes con la sociedad civil y el sector privado, que poseen la innovación fundamental para lograr avances en esta lucha contra el cambio climático.