El lince ibérico, una de las especies más amenazadas y catalogada como en peligro crítico de extinción, ha mejorado su situación y ha pasado a ser catalogado como en peligro de extinción. El Plan de Recuperación del Lince Ibérico en Andalucía ha ayudado a aumentar la población de este animal, que ha pasado de 94 ejemplares en 2002 a 327 en 2014.

El lince ibérico fue declarado en 2002 por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) “en peligro crítico” de extinción, pues por esa fecha había censados en la Península Ibérica sólo dos poblaciones linceras, las dos en Andalucía, una en Andújar-Cardeña, la más numerosa, y otra en Doñana-Aljarafe.

La población de linces ha mejorado, pero es necesario paliar la muerte de conejos de monte por enfermedades víricas, hecho que amenaza la supervivencia de los linces.

La eficacia del Plan de Recuperación ha sido la base para iniciar un proceso de reintroducción del lince en otras zonas de la Península, como Portugal, Extremadura y dos áreas de Castilla La Mancha, gracias al programa Life Iberlince, con una vigencia hasta 2017.