El aumento progresivo actual en la fabricación de biocombustibles, supondría la deforestación de 7 millones de hectáreas más en todo el mundo. Además, como adelantan desde Ecologistas en Acción, esto llevaría también a unos niveles de emisiones a la atmósfera, superiores a las de China por la quema de combustibles fósiles.

Aunque los biocombustibles se sitúan cada vez más como una alternativa sostenible a los carburantes fósiles, que reducirían en gran parte las actuales emisiones por su quema, distintas organizaciones advierten de los efectos perjudiciales que conlleva también este tipo de cambio.

Esto se debe a que el principal elemento de estos combustibles es el aceite vegetal de palma o soja. De esta forma, para fabricar biodiesel en grandes cantidades se requiere de campos de cultivo, cuya expansión se ha demostrado que conlleva la deforestación de grandes terrenos.

El informe advierte de que, entre 2015 y 2018, la producción de biocombustibles experimentaba un significativo crecimiento; similar al 90 % de la producción de aceites vegetales en el mundo.

De esta forma, aumentar todavía más esta producción no solo supondría la deforestación de más de 7 millones de hectáreas; sino que se traduciría en la emisión de 11.500 millones de toneladas de gases de efecto invernadero en los próximos 20 años.