El informe más reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), perteneciente a la ONU, resalta las evidencias existentes de los efectos del Cambio Climático sobre nuestro Planeta. Entre ellos, la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos, o el aumento de las temperaturas medias.

Los 234 expertos de 66 países que han participado en la investigación, no han dudado en señalar a los gases de efecto invernadero como el principal causante del Cambio Climático.

En este sentido, Fundación Ecolec quiere poner sobre la mesa la importancia del reciclaje de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) como una pieza necesaria en la lucha contra el Cambio Climático. Esta entidad considera esencial el tratamiento de los aparatos eléctricos y electrónicos al finalizar su vida útil, para que sus componentes se puedan reutilizar en la fabricación de nuevos dispositivos. Muchos de estos materiales, como el oro, el paladio, o el estaño, se tienen que extraer directamente de la naturaleza, utilizando recursos como gas, carbón o petróleo, liberándose así sustancias absolutamente dañinas para el medio ambiente.

El informe Global E-Waste Monitor 2020, también realizado por Naciones Unidas, expone que durante 2019 se liberaron a la atmósfera unas 98 toneladas de equivales de CO2 procedentes de dispositivos electrónicos que no fueron tratados correctamente. Una cifra que equivale al 0,3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y que seguirá creciendo exponencialmente en los próximos años, debido al mayor consumo de aparatos eléctricos y electrónicos.

“Un frigorífico mal reciclado emite a la atmósfera gases de efecto invernadero equivalentes a las emisiones de un coche en 15.000 kilómetros. También podemos ver que para fabricar un ordenador se necesita, de media, 1.500 litros de agua, 5.300 KWh de energía, 240 kg de combustibles fósiles y 22 kg de otros químicos”, ha recalcado Luis Moreno, director general de Fundación Ecolec. Además, ha querido hacer especial hincapié en que “las consecuencias de no reciclar correctamente nuestros aparatos electrónicos cuando dejan de funcionar se agravan en aquellos puntos del Planeta donde la extracción de materias primas para fabricar estos productos produce graves impactos sociales”.