Esta ampliación de la red se enmarca dentro de un programa global de seguimiento del cambio climático que lleva a cabo el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN), en el que participan también Picos de Europa, Sierra Nevada, Cabrera, Ordesa y Monte Perdido, Cabañeros, Islas Atlánticas y Taburiente.

Las cinco estaciones actuales, situadas en la base de la caldera de Las Cañadas, a unos 2.700 y 3.200 metros de altitud, funcionan durante todo el año y miden, cada diez minutos, algunos valores como la temperatura, las precipitaciones, el viento o la radiación.

La red se completa con dos estaciones muy parecidas de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) que se encuentran en Izaña y el Parador.

Con estas medidas se ha podido comprobar que la temperatura en estas altitudes lleva más de 70 años aumentando a un ritmo superior a una décima y media de grado por década. De seguir así, las temperaturas podrían situarse en primavera cuatro grados por encima de las registradas, según los expertos, que, además, afirman que los efectos del cambio climático ya se están haciendo notar en los ecosistemas de grandes alturas.