“Debemos estar preparados para que en el futuro haya nuevos récords, en torno a los 50 grados”, comentó en rueda de prensa el jefe del departamento de Servicios Climáticos Aplicados de la OMM, Bob Stefanski.

El pasado miércoles 11 de agosto la ciudad siciliana de Siracusa alcanzó los 48,8 grados, cifra que de confirmarse superaría el máximo continental de 48 grados registrado en Atenas en 1977.

La OMM, que en ocasiones tarda meses en confirmar este tipo de récords, también ha recibido notificaciones de máximos nacionales en otros países del Mediterráneo (como los más de 47 grados registrados en Túnez recientemente) que está verificando igualmente mediante sus servicios regionales, agregó Stefanski.

El experto ha subrayado que la ola de calor es uno de los factores que han agravado los incendios forestales en zonas de la región como Grecia, Turquía o varios países del Norte de África, y a la vez dificulta las labores de extinción.

La temperatura más alta de la historia reconocida por la OMM es de 56,7 grados, registrados el 10 de julio de 1913 en el Valle de la Muerte (California, EEUU).