Shamsha nació sin una parte del cráneo pero, su suerte cambió cuando una mujer la adoptó y la llevó al veterinario.

Allí, un equipo de neurocirujanos valencianos decidió practicarle una operación, pionera en el mundo, para introducirle en la cabeza, un implante gracias a una impresora 3D.

Este implante es fundamental para proteger esa parte del cráneo del pequeño animal ya que solo está cubierta por la piel.

Un gran avance que ayudará a que Shamsha a disfrutar de una vida normal, como cualquier otro gato, y que deje de tener las convulsiones que estaba sufriendo.