En concreto, las mediciones de extensión y grosor de las banquisas, placas de hielo que flotan en el océano, tomadas desde la atmósfera desde octubre de 2010 hasta abril de 2013, demuestran que hay una tendencia a la disminución de hielo ártico, tanto en la época invernal como durante el verano polar.

Así, la Agencia ha explicado que aunque los satélites han sido testigos de esta tendencia a la baja en la extensión del hielo marino en las últimas dos décadas, la novedad de esta misión reside en que aporta los datos más precisos sobre la magnitud actual de la pérdida.

Consecuencia de ello, el profesor de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, Andrew Shepherd, ha demostrado que, aunque el balance global es negativo, algunas partes han adelgazado más rápidamente que otras.