El Presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, ha recibido una carta de WWF en la que la organización ha expresado su desacuerdo y rechazo con el plan de control del lobo establecido en dicho territorio para 2017-2018 que se realizaría “sin cupos ni periodo de veda o control científico”.

A esta carta, los ecologistas agregan que, el II Plan de Gestión del Lobo en Asturias” implica “cruzar una línea roja en la persecución de la especie en España” y un retroceso en la conservación de la naturaleza que lo consideran como inaceptable.

La normativa del Gobierno asturiano dice que la caza solo debería de autorizarse en ocasiones especiales y cuando exista un gran número de daños en la cabaña ganadera. Sin embargo, estos daños no han alcanzado el 1% del censo ganadero regional, según la ONG.

La media de las explotaciones afectadas es del 5% en los últimos años y el importe es menor al 0,4% de la renta agraria regional de ahí que la ONG no considere que exista ninguna amenaza para la seguridad de las personas ni nada que justifique este exterminio.

Un total de 24.440 personas han firmado la petición de WWF para que no se permita la caza “indiscriminada” del lobo. En caso de que siga adelante este plan, WWF irá a la Comisión Europea.