El gigante tecnológico Meta, propietario de Facebook, Instagram y WhatsApp, vuelve a estar en el punto de mira judicial. Un total de 41 Estados, además del distrito de Columbia, han demandado esta semana a la compañía presidida por Mark Zuckerberg por “engañar repetidamente al público sobre los peligros sustanciales” de sus redes sociales.
Según el escrito de los fiscales, Meta ha desarrollado sus productos con el objetivo de hacerlos adictivos y dirigirlos a una franja de edad especialmente baja: la de los menores de 13 años. Su objetivo, dice el documento, es “atrapar” a jóvenes y adolescentes. De la misma forma, la coalición de demandantes denuncia que la empresa está recopilando datos de estos menores sin el permiso de sus padres o tutores, violando las leyes federales de Estados Unidos.
Esta demanda es consecuencia de las negociaciones fallidas entre Meta y las fiscalías de los Estados, que desde 2021 han investigado el impacto que estas redes tienen en la salud mental de menores y adolescentes. El medio estadounidense The Wall Street Journal publicó ese año un reportaje con información interna de la compañía en el que señalaba cómo esta era consciente de que Instagram empeoraba la autopercepción de los usuarios sobre sus cuerpos.
El fiscal general de California, Rob Bonta, responsable de la Fiscalía donde se ha presentado la demanda colectiva, ha declarado que “Meta ha dañado a nuestros niños y adolescentes cultivando adicciones para disparar sus ingresos corporativos”.
En un comunicado, la compañía asegura que se sienten “desilusionados porque, en lugar de trabajar de manera productiva con compañías de la industria para crear estándares de edad claros para todos los jóvenes que usan las aplicaciones, los fiscales generales hayan elegido este camino”.
Algunos estados como Utah han aprobado en los últimos meses leyes federales que prohíben el acceso a las redes sociales a menores de 13 años. También exigen que los jóvenes de menos de 18 años necesiten el consentimiento paterno para poder utilizarlas.