La empresa Huawei denunció en la Corte federal de Texas al Gobierno de Estados Unidos apelando a la inconstitucionalidad de la Sección 889 de la Ley de Autorización de Defensa Nacional, que prohíbe a los agentes federales y sus contratistas adquirir equipos y servicio de la empresa china.

"Esta prohibición no solo es ilegal, sino que también restringe a Huawei de participar de una competencia justa y, en última instancia, perjudica a los consumidores estadounidenses. Esperamos el veredicto de la Corte", aseguraba Guo Ping, que también ha acusado a Washington de un 'hackeo' de sus servidores y de robo de correos electrónicos. Es la última batalla legal entre China y Estados Unidos tras pasar todo 2018 aplicándose aranceles y en una continua lucha que terminó con la polémica detención de Meng Wanzhou, directora financiera de la compañía, a finales de año en Canadá por petición de Washington. Es el último paso en algo que ya se empieza a vislumbrar como una Guerra Fría. La ley impide a cualquier estamento público a hacer negocios con Huawei, ZTE o cualquier empresa que tenga relación con sus sistemas.

La sombra sobre la seguridad y la privacidad que transmite la empresa china es larga. Desde Washington se insta a sus aliados a que no contraten los servicios 5G de la empresa tecnológica. Son varios los países que han puesto veto a la red asiática, Australia, como aliada de EEUU o Alemania, son algunos de los ejemplos.

El caso de España con esta tecnología china es diferente, de momento Huawei opera con total libertad en el país, que fue el primero en el que empezó sus prácticas.