Estamos tan familiarizados con frases como ‘internet es para siempre’ que rara vez nos paramos a pensar si es cierta o no. No lo es. Internet es un conjunto de ordenadores conectados, y cuando un ordenador se desconecta de la red su contenido también lo hace. Internet se está borrando, y seguirá haciéndolo.

¿Cómo y por qué se borra internet? Error #404

Un día una cuenta escribe un tuit y varias personas responden a él, manteniendo una conversación fluida. Al día siguiente, la primera cuenta es eliminada y el resultado es un hilo truncado o una conversación de la que solo se conservan fragmentos. En casos de desapariciones de redes sociales como MSN Messenger, Tuenti o Google+ el borrado es aún mayor: todo desaparece, nada se conserva.

De vez en cuando una copia de seguridad se restaura parcialmente como pasó con Fotolog en 2016 semanas después de su borrado, pero es una rara avis. Un mes después ya no funcionaba y millones de usuarios perdieron todas sus fotos. Algo similar pasó en 2021 con el mítico espacio Yahoo Respuestas, ya inaccesible. La mayoría de redes sociales, webs y blogs que han existido ya no existen.

La pandemia de coronavirus ha destruido más páginas que ningún otro evento. ¿El motivo? Una vez deja de abonarse el importe del hosting (el servidor donde se almacenan) se borran, y durante la pandemia millones de empresas sufrieron recortes y eliminaron sus páginas web. Así se ve el número de páginas indexadas por Google, con caídas notables en marzo de 2020 y abril de 2021.

Enlaces rotos y otras pérdidas de información

A veces la rotura de internet es menos grave y lo que ocurre es que los enlaces se rompen. El contenido está al otro lado, en algún sitio, pero llegar allí es difícil porque la dirección (URL) ha cambiado. Pasa algo parecido cuando un servidor sin copia de seguridad se desconecta: la información que contiene no se ha borrado, pero resulta inaccesible y es improbable que vuelva.

Claro que no todo son páginas web o redes sociales. El archivo .TORRENT más antiguo que se conserva es de septiembre de 2003, The Fanimatrix. Este protocolo nació en 2001, por lo que ya existe un vacío de dos años enteros de información irrecuperable. Nadie podrá nunca acceder a ellos. Internet, después de todo, no es para siempre.

En ocasiones también desaparecen servicios públicos, ya sea debido a delitos electrónicos como abandono institucional. En España es conocido el ciberataque que encriptó los datos del SEPE. Algunos pueden ser irrecuperables. Otras veces hay sucesos no tan graves pero algo más bochornosos.

Un caso reciente y público de esto es el sufrido por el presidente de México, cuyo gabinete olvidó renovar un dominio y este fue ocupado por una web de contenido pornográfico. Curiosamente, cinco años antes le ocurría lo mismo a un grupo parlamentario también mexicano, esta vez con una web de citas. En 2020 Google olvidó renovar un dominio y miles de webs se cayeron. Es algo frecuente.

¿Por qué supone una pérdida el borrado de internet?

Que los datos se borren o incapaciten conduce a problemas de todo tipo. Algunos resultan frustrantes, como cuando un periódico marca “Error 404” para siempre. Otros son mucho más graves, como cuando desaparece una red social en la que millones de usuarios tenían su información, a menudo laboral.

Otros problemas aparece pasado un tiempo, como cuando los investigadores de sociología de dentro de varias generaciones no puedan estudiar nuestras costumbres porque las redes sociales donde desarrollábamos buena parte de nuestra actividad ya no existen.

En la actualidad tenemos situaciones parecida con la arqueología, rama en la que hay que inferir gran cantidad de información de datos limitados. Pasa algo parecido con los datos. Un ejemplo: a mediados de 2020 se descubrió un nuevo exoplaneta usando para ello datos de archivo del telescopio Hubble de hacía 25 años. Si alguien los hubiese borrado, el descubrimiento habría sido imposible.

Conservar la información es importante, incluso cuando no se tiene muy claro el uso que se le puede dar, pero lo cierto es que muchos datos se eliminan con el tiempo. El deterioro de equipos sin copia de seguridad, la falta de mantenimiento o actualización de entornos digitales, los cibercrímenes… todo borra información. Iniciativas como Wayback Machine serán útiles durante un tiempo para frenar este deterioro, pero nada dura para siempre.

Hace pocas semanas, Levanta la cabeza entrevistó a Esther Paniagua, periodista experta en tecnología, quien ha narrado en su último trabajo qué pasaría si internet se apagara de repente.