Lo tienen muy claro. Si pasamos horas y horas frente a la pantalla, es más sencillo que caigamos en las trampas de los ciberdelincuentes. El estado de alarma les ha venido de maravilla y no pierden ni un minuto en sus fraudes. La Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) anunció hace poco los diez ciberdelitos más usados durante el confinamiento y aprovechando la expansión de la COVID-19. Y todo para insertarnos virus maliciosos, robar información privada o estafarnos.

Por mail, a través de mensajería instantánea, en las redes sociales... Da igual, los ciberdelincuentes echan humo estos días. Google, por ejemplo, bloquea cada día 100 millones de correos electrónicos dudosos.