La Unión Europea ha aprobado la reforma de los derechos de autor. Tras dos años y medio de incertidumbre se ha hecho oficial. Ya es una directriz para los Estados miembros, que deberán aplicar y adaptar a sus leyes. Con 348 votos a favor, 247 en contra y 36 abstenciones, el Europarlamento de Estrasburgo ha zanjado definitivamente la sombra que sobrevolaba esta reforma. El anterior texto en vigor databa de 2001.

La nueva Ley se postula como un cambio de paradigma, ahora los contenidos de las grandes plataformas serán responsabilidad de estos mismos. Esta nueva reforma es celebrada por los artistas y creadores de contenido, que reclamaban que sus creaciones tenían más difusión que nunca pero que los beneficios no seguían el mismo recorrido. Los perjudicados son las grandes empresas tecnológicas, como Google o YouTube, que tendrán que llegar a acuerdos con los creadores y de igual modo, implantar un filtro sobre las publicaciones que se publican en sus webs. Ahora un posible problema recaería sobre ellos.

Los grandes críticos con la reforma ponen el punto de mira en que “acaba con la libertad en Internet” y la tachan de crear un futuro “censurado” en Internet. Los Estados tendrán dos años para implantar la ordenanza en un régimen interno, y ya algunos apuntan a una posible problemática: el texto tiene cierto tono ambiguo que podrá provocar que cada país lo traslade a las leyes nacionales según su conveniencia. "Esperamos poder trabajar con los responsables políticos, editores, creadores y propietarios de derechos, a medida que los Estados miembros de la UE avanzan en la aplicación de estas nuevas normas" escriben desde Google.