La Unión Europea lleva años peleando para que todos los teléfonos móviles del mercado utilicen el mismo tipo de cargador. El Parlamento Europeo ha pedido esta misma semana a la UE que adopte medidas al respecto porque, en su opinión, un cargador universal no sólo facilitaría la vida a los consumidores sino que, además, ayudaría a reducir los residuos electrónicos. Aunque la determinación de la Cámara no es unánime.

Apple es el principal escollo para la adopción de un sistema de carga universal para teléfonos, tablets y ordenadores que evitaría a los usuarios emplear un puerto distinto en función del fabricante que firme su dispositivo. Apple sostiene, sin embargo, que una medida en este sentido "frenaría la innovación", sería negativa para el medio ambiente y un "gran inconveniente" para los usuarios.

Con este escollo de por medio, el Parlamento Europeo está dividido entre los partidarios de sacar adelante una ley que estandarice los cargadores y entre quienes no ven adecuado obligar a Apple a tomar una medida como ésta. Sin embargo, esta semana la Cámara ha solicitado a la Comisión que elabore una ley que unifique los sistemas de carga de los dispositivos electrónicos.

En junio de 2009, con 30 tipos de cargadores distintos en el mercado, los 14 principales fabricantes de telefonía móvil llegaron a un acuerdo para tratar de estandarizarlos, de manera que todos pudieran también conectarse a los ordenadores. Sin embargo, el acuerdo finalmente expiró en 2012 y ahora existen tres modelos de puerto de carga: Lightning, USB 2.0 Micro B y USB-C.

La UE vuelve a la carga ahora con este asunto con el argumento de la sostenibilidad por bandera: cada año se generan 51.000 toneladas de basura de cargadores antiguos.