La economía colaborativa se está abriendo paso y la pandemia de la COVID-19 puede ser una oportunidad para nuevos negocios participativos. ¿Cuál es la primera imagen que te viene si hablamos de surf? Una persona joven pegada a una tabla mirando al horizonte esperando esa ola que le haga volar hacia la orilla. En el País Vasco, con gran tradición surfera y donde tienen la famosa ola de Mundaka, ha nacido la plataforma digital Share Your Board (SYB), un servicio de alquiler que permitirá a los viajeros utilizar tablas de surfistas locales. En la web, el propietario pone sus tablas a disposición del resto de usuarios de SYB, indicando el precio por hora y sus especificaciones técnicas. El dueño recibe una solicitud de alquiler y las dos partes entran en contacto para fijar fecha, lugar y hora de recogida de la tabla. La iniciativa, que ha comenzado en el País Vasco y llegará en breve a Galicia, Cataluña, Canarias y Baleares, promueve, por un lado, la economía colaborativa, permite a los surferos viajar sin tabla y fomenta también las visitas turísticas y el comercio local.

La empresa emergente Crowland, radicada en el País Vasco y formada por quince emprendedores expertos en marketing, diseño, programación y analítica, pretende ahora mejorar la oferta de Share Your Board en un sector que engloba a cientos de escuelas de surf, a más de 30.000 federados y miles de aficionados al deporte de las olas. Para ello, está pensando en instalar taquillas físicas en las playas y que tendrán tecnología inalámbrica NFC (Near Field Communication) para que se pueda recoger la tabla tras la reserva y pago en una aplicación. Las tablas tendrán un sistema de geolocalización para evitar robos y almacenar información sobre su uso en el mar.

Apps playeras

Otra innovación tecnológica vinculada con las vacaciones playeras en tiempos de pandemia son las apps para conocer la ocupación y seguridad de las zonas de reposo y baño. El ayuntamiento de Palma de Mallorca presentó esta misma semana una aplicación que recogerá en tiempo real la ocupación de la playa y establecerá cuatro niveles por colores, del verde (menos del 30 % de ocupación) al rojo (más del 90%). Si se llegase a este límite, se decretará el cierre de la zona. Los bañistas también podrán colaborar enviando datos. La Diputación de Guipuzcoa, que puso en marcha a finales de junio ‘Nik Hondartzak’, una app que se actualiza cada quince minutos informando de la ocupación de cada arenal, Asturias o la ciudad de Málaga son otras zonas de la costa que utilizan herramientas tecnológicas para convertir las playas en áreas seguras frente al coronavirus.

Este verano seguiremos divisando medusas en algunas playas españolas. MedusApp es una herramienta que reporta avistamientos y picaduras de estos animales marinos que todos los años se convierten en noticia de los informativos. Desarrollada por un equipo de la Universitat Politècnica de València, la Universidad de Alicante, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias y la Fundación Jiménez Díaz, la aplicación permite que cualquier bañista advierta de la presencia de medusas suministrando información del lugar exacto o subiendo imágenes. Los avistamientos son revisados y validados. Desde su lanzamiento en 2018 se ha informado de más de 2.000 avistamientos. Este verano, los usuarios de MedusApp podrán también denunciar la presencia de plásticos u otros residuos en el mar.

Para acabar, una consejo: lo bueno, bonito y barato escasea, así que revisa bien tus reservas veraniegas porque cada vez hay más ciberestafas en las plataformas de alquiler de apartamentos.