Qué darías por volver a probar las croquetas de tu abuela, el cocido de tu padre o la paella de tu restaurante favorito. Cuántas veces has pensado durante el confinamiento en intentar replicar un plato de esos que tienes muy presente en tu mente, cuyo sabor ha quedado grabado para siempre en tu memoria. Durante la cuarentena nos hemos cansado de ver bizcochos recién hechos por nuestros amigos que eran cero reposteros. Conseguir levadura en los supermercados se convirtió en todo un reto. Y así han salido las primeras torrijas quemadas, el pastel que no infló y las crepes que se pegaron a la sartén. Aunque toda España ha comenzado sus fases de desescalada, la libre circulación entre comunidades autónomas aún está restringida. Tienes que seguir esperando un poco más para comer esos platos que tanto te gustan y que solo puedes probar lejos de tu casa. El investigador Homei Miyashita, de la Universidad Meiji (Tokio) ha creado el sintetizador Norimaki, un dispositivo que recrea multitud de sabores al tener contacto con las papilas gustativas de tu lengua.

Es un homenaje al sushi. Así ha surgido este sintetizador que venera uno de los básicos de la comida japonesa, el que se hace con alga nori y que nos permite degustar el dulce y el salado, el ácido, el amargo y el umami (una sensación gustativa que proviene de Japón y ya se ha coronado como el famoso quinto sabor). Miyashita ha creado este dispositivo donde cinco geles activan los cinco principales sabores cuando se ponen en contacto con la lengua de la persona. Hasta ahora, el sintetizador es muy voluminoso, pero ha comenzado un diseño que permite reducir su tamaño para poder llevarlo encima como si fuese un vapeador.

El dulce se recrea a través de la glicina, el ácido mediante el ácido cítrico, el salado con el cloruro de sodio, el amargo va de la mano del cloruro de magnesio y el famoso umami con el sodio glutámico. Cuando estos cinco elementos se entremezclan en tu boca, se recrean sabores específicos que se parecen más a una comida convencional. Se han realizado pruebas, y el sabor que se crea se ha comparado con el del sushi o con caramelos. Para sentir esto, el aparato utiliza electroforesis en gel, una técnica que permite que partículas microscópicas migren mediante la aplicación de una pequeña carga eléctrica. Con esta tecnología, cuando un usuario coloca el dispositivo en su boca, se aplican varias descargas eléctricas con diferentes voltajes muy delicados para que se perciban unos sabores más fuertes que otros. Pero tranquilos, que no nos electrocutamos. El sintetizador está recubierto por un papel de cobre que crea un circuito cerrado entre la lengua, el aparato en sí y la mano.

“Cuando se aplica a la lengua sin voltaje, el usuario puede probar los cinco sabores. Sin embargo, cuando se aplica un potencial eléctrico, los cationes en el gel se mueven hacia el lado del cátodo y lejos de la lengua. Con esto, hemos desarrollado una pantalla de sabor que reproduce un sabor arbitrario al suprimir individualmente la sensación de cada uno de los cinco sabores básicos”, explica Miyashita en su estudio. Además, según este investigador, el desarrollo de este aparato se inspira en cómo funcionan los ojos: la pantalla del móvil solo ve tres colores aditivos en forma de luz (rojo, verde y azul) y combinados forman el resto de colores. Además de poder paliar la gula, el Norimaki podría ser un gran aliado en las plataformas online de alimentos para “probar” sus productos antes de comprarlos, o para fomentar la inmersión en algún videojuego.