Más de 170.000 personas fallecidas en todo el mundo por el coronavirus y más de 21.000 en España. Sin ruido, en silencio, con una mínima despedida, apenas con dos personas de la familia, sin abrazos, ni besos ni velatorios… y con las funerarias colapsadas. Un final que para nadie. Ante esta realidad, numerosas startups han encontrado soluciones con ayuda de la tecnología para atender a los afectados en el último adiós a sus seres queridos. Libros de condolencias online o velatorios virtuales se han convertido en una nueva forma de conexión con nuestros seres queridos.

Dos socios, el fallecimiento de un amigo de la universidad y Málaga. Así surgió la idea de Eternify. “Habitualmente trabajamos con funerarias y aseguradoras de decesos. Ellas ofrecen a los familiares nuestro servicio y es el agente funerario el que activa el servicio desde el panel que le facilitamos”, explica su fundador, Francisco Guerrero. Sin embargo, durante el confinamiento, esta iniciativa malagueña ha abierto un formulario gratuito para que cualquier persona que lo necesite pueda activar el servicio por su cuenta, sin necesidad de que la funeraria o la aseguradora hagan de intermediarias. “Hemos quintuplicado nuestra demanda, y hemos llegado a países que no nos esperábamos. Lo más llamativo es la intensidad de uso de la web. Hemos pasado de tener de media unas 10 condolencias por velatorio en condiciones normales, a cerca de 30 por velatorio en la actualidad. Estamos siendo de utilidad”, detalla Guerrero.

El funcionamiento es muy sencillo. Un allegado recibe un WhatsApp con un link a la web que lo lleva a una página donde puede mirar los datos del sepelio. Ahí puede leer las condolencias de otras personas, y escribir la suya propia, donde además de texto, también puede compartir imágenes de recuerdo. La web tiene la opción de poder compartirlo a través de WhatsApp a los contactos de tu agenda allegados al fallecido. Además, también puedes encender una vela virtual por el difunto, o enviar un detalle floral desde la floristería de la funeraria oportuna. “Abarcamos toda España y también Latinoameríca – explica Guerrero – y actualmente estamos recibiendo solicitudes de velatorios virtuales de particulares desde Colombia y Argentina, lo que ha hecho que nos contacten funerarias de estos países interesados en el servicio”.

Pero ¿esta forma de enfrentar el duelo ha llegado para quedarse? Todo apunta a que sí. Este tipo de empresas emergentes acerca al sepelio los hábitos sociales que traen las nuevas tecnologías. “Creemos que esta forma es complementaria a la tradicional, y permite un contacto más personal y cercano con los que no pueden asistir al velatorio por residir en otra ciudad, por motivos laborales, etc. Evidentemente la situación actual está acelerando la adhesión de esta nueva forma de entender el sepelio. La tecnología en general está permitiendo que sigamos conectados y que sigamos sintiendo el calor de los nuestros”, asegura.

A lo largo de estas últimas semanas, como esta iniciativa, han surgido otras muchas. Por ejemplo, cinco universitarios de Lanzarote, Madrid, Segovia y Madrid han creado Divela.net, una web que sirve de velatorio virtual gratuito, donde una persona que ha perdido a un ser querido puede publicar una foto, y una frase de recuerdo. Las salas pueden ser públicas o privadas, e incluso, se puede realizar streaming con la ceremonia, o enviar flores.