Twitter ha actualizado sus políticas en relación a lo que la compañía llama contenidos sintéticos y manipulados y que se refieren especialmente a los deepfakes, que estarán prohibidos en la plataforma si pueden resultar perjudiciales. Como mínimo, y a partir del 5 de marzo, Twitter los etiquetará con un mensaje que ayude a comprender la autenticidad del contenido y a ofrecer un contexto adicional.

La compañía lanzó una encuesta el pasado mes de noviembre en la que han participado 6.500 personas. Con sus sugerencias en la mano y tras consultar a expertos y académicos sobre el asunto, Twitter ha decidido tomar algunas medidas para luchar contra los contenidos manipulados.

La compañía considerará manipulados los vídeos que hayan sido editados de tal manera que alteren su composición original, que hayan añadido o eliminado contenido y si el contenido audiovisual que presenta a una persona real ha sido fabricado o simulado.

Twitter también evaluará si el contexto en el que se comparten los contenidos podría provocar confusión o falta de entendimiento, o si sugiere un intento deliberado para engañar a la gente sobre la naturaleza o el origen del contenido.

Por último, eliminará los vídeos que supongan una amenaza para la seguridad de un grupo o persona, si entrañan riesgo de violencia masiva o disturbios civiles o si ponen en riesgo la privacidad o libertad de expresión de una persona o grupo.

La compañía no ha detallado cómo va a desarrollar esta tarea y no ha especificado si los equipos que destinará a este trabajo incluyen verificadores independientes.