El pasado 20 de marzo un grupo de 60 abogados, académicos y expertos en privacidad remitieron una carta al presidente del Gobierno apoyando “el uso de medios tecnológicos que ayuden a prevenir contagios, salvar vidas, optimizar el sistema sanitario y acabar con la pandemia”. El Gobierno acababa de anunciar el desarrollo de una app para frenar la expansión del COVID-19. Se basaría en un diagnóstico a distancia para evitar el colapso sanitario que empezará a usarse en Madrid, uno de los focos más importantes de la pandemia en nuestro país.

En el escrito, los expertos en privacidad dejaban claro que en medio de la tormenta del coronavirus la obtención de datos de los ciudadanos para controlar la propagación debe ser una prioridad pero también una excepción. Y establecieron unos límites a su almacenaje y uso: los datos más sensibles (la geolocalización o los de salud, por ejemplo) deben tener fecha de caducidad, ser eliminados cuando acabe la crisis y no pueden ser accesibles para cualquiera y menos sin la intervención del usuario. Además, pedían un comité de expertos para controlar que no se implanta en España “un estado de vigilancia tecnológica permanente”.

Días antes, la abogada española Manuela Battaglini, cofundadora de Transparent Internet, consultora internacional que asesora sobre pérdida de privacidad y libertad personal, había advertido que hay empresas que con la excusa del confinamiento, estaban obteniendo datos a mansalva. Y subía este tuit: “¡Mucho ojo con las apps que se están recomendando! Es momento de usar las aplicaciones éticas que no aprovechan esta crisis para recopilar salvajemente nuestros datos para ganar millones de € a costa de la ciudadanía”. Battaglini se refiere a que algunas de las aplicaciones más descargadas y utilizadas durante el confinamiento no solo están recopilando tu nombre o dirección de correo electrónico, sino que acceden a conversaciones, geolocalización o documentos compartidos. Por poner un ejemplo, la semana pasada se conoció que la app de videollamadas Zoom –una de las más exitosas desde que la realidad es confinada– enviaba ciertos datos a Facebook cuando el usuario abría la aplicación. A las pocas horas, Zoom eliminó el código que provocaba el desvío de información a la red social.

Ayer mismo se supo que Houseparty, una de las aplicaciones de entretenimiento (videollamadas y juegos) más descargadas desde la aparición del coronavirus, podría haber sufrido el robo masivo de datos de usuarios. La empresa, a las pocas horas, negó el hackeo de contraseñas y datos bancarios y aseguró que durante el pasado fin de semana había tenido problemas de conectividad.

Las Fuerzas de Seguridad ya alertaron la semana pasada de la aparición de estafas a través de webs, apps y mensajería instantánea que supuestamente luchan contra el coronavirus.

Levanta la cabeza ha elaborado un pequeño listado con herramientas tecnológicas éticas y más responsables aportadas por usuarios. Además de buscadores y navegadores que respetan la privacidad y no proporcionan datos del usuario (Qwant, Startpage, Valiente o Waterfox son solo un ejemplo), en esta web sin ánimo de lucro repasan algunas de las herramientas más sostenibles y transparentes para pasar la cuarentena seguro. No están todas las que son.

Videoconferencia

  • Whereby. Aplicación cifrada que no tiene acceso a la conversación y que permite videoreuniones sin descarga ni inicios de sesión para invitados.
  • Jitsi Meet.Videollamadas seguras, gratis y de calidad.
  • Wire. Dice ser la plataforma más segura para este tipo de conexiones. Es de pago.
Correo electrónico

  • Mailbox.org. Servicio creado a raíz de las revelaciones de Edward Snowden, ex empleado de la CIA responsable de importantes revelaciones sobre los sistemas de vigilancia global.
  • Protonmail. Correo electrónico seguro con sede en Suiza.
  • Posteo. Aseguran que se alimenta con energía 100% verde y que no tienen publicidad. Cuesta 1€ al mes.

Mensajería instantánea

  • Signal. Aplicación de texto, voz y vídeo de código abierto respaldada por subvenciones y donaciones.
  • Telegram. Mensajería rápida y segura basada en la nube

Nube segura

  • Nextcloud. Sus promotores aseguran que crean alojamientos seguros para tus datos, bajo el control del usuario
  • Tresori. Lugar seguro para sincronizar y compartir archivos cifrados de extremo a extremo