Si una vez donaste a Wikipedia y cada cierto tiempo recibes el correo de su cofundador Jimmy Wales recordándote lo imprescindible que son las donaciones para que esta web siga viva, entonces esta noticia te habrá sorprendido. Es tal como suena: la web de consulta más utilizada en Occidente, que recientemente ha cumplido su vigésimo aniversario, tendrá un servicio de pago dirigido a grandes empresas tecnológicas.

Más allá de las características del servicio, que será activado previsiblemente a partir de junio y que ahora veremos, la clave de la noticia es el viraje de 180° de una web que durante 20 años se ha mantenido alejada de cualquier intento público de monetizar sus contenidos El único acercamiento en esta línea tuvo lugar en un lejano 2002, cuando el propio Wales sugirió introducir publicidad. El anuncio no sentó nada bien. Internet entero (con España a la cabeza) se echó encima de Wales y este tuvo que desterrar para siempre la idea de hacer negocio con la web de consulta. Como consecuencia, y solo unos meses más tarde, en 2003 fundó la Fundación Wikimedia, la organización sin ánimo de lucro que sostiene la Wikipedia y otras webs. Y así hasta hoy.

Para un tipo de cliente concreto

Wikimedia Enterprise, como se denomina el producto, es mucho menos de lo que parece. En esencia, consiste en ofrecer a las empresas una API, un conjunto de funciones que puede ser utilizado por terceros. Esta API permite descargar todo el contenido de la Wikipedia en tiempo real. Es un servicio premium de algo que la web lleva haciendo sin coste desde hace tiempo, solo que en la versión gratuita la información se transfiere a menor velocidad, el contenido resultante genera incompatibilidades en algunos sistemas y hay un retraso de dos semanas con respecto al contenido que está online.

Este servicio está destinado a un tipo de cliente concreto: las grandes tecnológicas. Estas compañías, como reconoce el wiki/FAQ que ha lanzado la propia fundación, ya extraen, reestructuran y utilizan el contenido que encuentran en Wikipedia, así que parecía lógico cobrarles por un servicio que les facilita las cosas.

Pese a la audacia de la fundación, esta vía rápida para que las empresas se descarguen el contenido antes que los demás no es nueva del todo. Hubo algo parecido con Yahoo! en 2004, cuando no hacía tanto que su buscador y el de Google competían casi de igual a igual. También tuvo su propio feed la web de preguntas Answers.com. Sin embargo, este servicio dejó de admitir nuevos clientes en 2010 y en 2014 se cerró definitivamente por falta de mantenimiento.

Casi todo son ventajas

Desde Wikipedia enseguida han asegurado que este servicio de pago no supondrá ningún inconveniente para el público en general. Al contrario, tendrá incluso ventajas. “Podremos asegurarnos de que los reutilizadores a gran escala sean más consistentes y precisos al mostrar los derechos de autor y las licencias para el contenido de Wikimedia”, explican desde la web de consulta. Añaden también que, al permitir una descarga más rápida de los contenidos, será más fácil detectar aquellas páginas que hayan sido vandalizadas, y se podrán corregir antes. Al detectar antes estas prácticas, mejorará también la reputación y fiabilidad de los contenidos, al tiempo que se reducirá la presión de los voluntarios que luchan contra el vandalismo y el troleo de artículos. Hasta ahí el lado bueno.

¿Hay un lado malo de todo esto? Lo hay: la reputación de Wikipedia sale algo tocada. De momento no hay grandes pronunciamientos más allá de decenas de hilos negativos en Reddit y otros foros. Pero desde Wikipedia ven venir el chaparrón y ya empiezan a levantar las defensas. Por lo pronto, la wiki que explica en qué consistirá Wikimedia Enterprise despliega algunos argumentos para apoyar su decisión. Por ejemplo, se insiste en la necesidad imperiosa de tener una vía de financiación robusta y duradera. También recuerda esa wiki que, si bien la toma de decisiones en la fundación se hace de forma conjunta, se pueden imponer algunos planes arbitrariamente si el conjunto no sufre; lo que ocurre en este caso. Para acabar, y casi como coletilla, se deja caer que este tema de hacer una API premium destinada a empresas ya se había tocado antes.

Todo ello es razonable y hasta comprensible. De hecho, es probable que Wikimedia Enterprise hubiera tenido un recibimiento más caluroso de haber estado dirigido a cualquier empresa que use sus contenidos. Pero es que está pensado especialmente para las grandes tecnológicas. Para Facebook, para Apple, para Amazon, para Microsoft o para Google, quien desde hace años muestra las primeras líneas de artículos de Wikipedia en su buscador, una práctica que seguro ha tenido que ver en que dos tercios de las búsquedas en Google del año pasado no generaran visitas a otras webs. Al elegir a estos compañeros de baile, la Fundación Wikimedia se aleja del activismo y cierto valor underground que siempre le ha caracterizado.

En la red también funciona la máxima que dice que no solo tienes que ser, también tienes que parecerlo. Con este movimiento, Wikipedia no va a dejar de ser uno de los pocos espacios globales que todavía no han sido tocados por los GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple), pero lo parece. La imagen es importante y los detalles cuentan. Una muestra: por primera vez un servicio de Wikimedia va a dejar de estar alojado en sus propios servidores para hacerlo en los de un tercero. ¿Y en qué nube se va a alojar la API de Wikimedia Enterprise? En el cielo de Amazon Web Service.