Cada verano llega el mismo problema: cientos de metros cuadrados que arden control. Este año el fuego ya ha arrasado unas 50.000 hectáreas, casi cinco veces más que el año pasado.
Ahora, bomberos y protección civil tienen ahora un nuevo aliado. Nada más y nada menos que un superordenador capaz de utilizar la inteligencia artificial para detectar y predecir incendios.
El ordenador detecta y analiza miles de imágenes que registra en su sistema. Con ello, el algoritmo es capaz de saber si se está iniciando un fuego o si solo es una falsa alarma.
Combinando toda esa información con datos meteorológicos como la humedad del terreno, la dirección del viento o la evolución de la temperatura es capaz de definir el recorrido del fuego y la velocidad con la que va a avanzar por el terreno.