Estos desplazamientos se producirán especialmente desde las grandes ciudades hacia las zonas turísticas de playa y las localidades donde se celebran las tradicionales vacaciones de Semana Santa.
Aunque la hora oficial de comienzo del dispositivo es las tres de la tarde, se espera que a lo largo de toda la mañana la afluencia de coches en la red viaria sea notable.
El movimiento de vehículos de esta fase forma parte de los 14,8 millones de viajes que se realizarán en toda la Semana Santa, el mayor "éxodo" del año que comenzó a las 15.00 horas del pasado Viernes de Dolores.
En la primera fase de la operación, es decir, desde las tres de la tarde del pasado día 7 y hasta las doce de la noche del domingo 9, murieron en las carreteras españolas ocho personas.
Con el deseo de mantener la tendencia a la baja de la siniestralidad con la que ha comenzado el año, la DGT pone en marcha un operativo que incidirá en el mayor control en las carreteras secundarias, sobre todo de la velocidad, el consumo de alcohol y drogas y el uso del cinturón o el casco.
El dispositivo se alargará hasta la medianoche del lunes 17 de abril con la operación retorno, que comprenderá desde el sábado por la tarde y se prolongará durante todo el domingo y el lunes, festivo en Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra, País Vasco y La Rioja.
Un operativo que contará con los servicios de todos los agentes disponibles de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, así como con más de 13.000 empleados de las empresas de conservación y más de 800 funcionarios y personal técnico especializado.
Además, 225 cámaras instaladas en la red viaria, el 60 por ciento en las carreteras secundarias, vigilan el uso del cinturón de seguridad, aunque en los dos primeros meses de funcionamiento no se multará, si bien se enviará una carta a los conductores que sean detectados para concienciar de la necesidad de su utilización.
Pasado este periodo de prueba, Tráfico multará a los infractores con 200 euros y la detracción de tres puntos del carné.