Gran parte de los habitantes de las grandes ciudades demandan hacer de ellas espacios más amigables y menos hostiles donde el bienestar del peatón se tenga más en cuenta.

Los responsables públicos, sensibles a esta tendencia, trabajan y ponen en marcha proyectos de adaptación de infraestructuras con el fin de otorgar una prioridad cada vez mayor al viandante en nuestras poblaciones.

Con motivo del Día Mundial del Peatón queremos repasar algunas claves que, según la Red de Ciudades que Caminan, podrían transformarlas en lugares más amables y sanos.

Infraestructura para peatones

Consideran necesario dotar a todas las calles y plazas de las infraestructuras adecuadas para peatones, como bancos, iluminación suficiente, sombras, vegetación, etc.

Y promover políticas de accesibilidad universal para que todas las personas puedan desplazarse con la máxima autonomía por los espacios públicos y privados, con independencia de su edad y condición física o mental.

Calles con prioridad peatonal

También, recuerdan que para alcanzar la coexistencia entre el tráfico rodado y los viandantes se debe elevar progresivamente el número de calles y plazas de prioridad peatonal.

Deben ser calles sin espacios segregados según el tipo de vehículos, con plataforma única, sin aparcamiento en superficie, permitiendo acceso motorizado a garajes y en determinados horarios a repartos.

En este tipo de calles de prioridad peatonal los vehículos (con o sin motor) se deben adaptar las circunstancias y velocidad de los peatones.

Aceras libres de obstáculos

En cuanto a las calles segregadas (con una o varias calzadas para vehículos, para aparcamientos o para diversos tipos de vehículos) lo idóneo es que las aceras pasen a tener nunca menos de dos metros libres de cualquier obstáculo como farolas, contenedores, etc.

En el caso de que este tipo de aceras no sean posibles a ambos lados de la calle, el municipio debe elaborar planes que las conviertan en calles de coexistencia, como las descritas anteriormente. Las aceras son exclusivamente peatonales.

Pasos de peatones resaltados

Los pasos de peatones mejor si se elevan hasta la altura de ambas aceras sobre la rasante de la calzada, con rampas para facilitar el paso a los coches.

Para la Red de Ciudades que Caminan, este hecho puede representar un gran avance puesto que, así no es el peatón quien invade la calzada sino que es el vehículo a quien se le permite hacerlo.

Para fomentar que las personas caminen se deben establecer itinerarios seguros. Especialmente en el caso de los habitantes cercanos a travesías de carreteras supralocales.

Es necesario que las administraciones se impliquen mejorando la protección de pasos de peatonales, aceras o andenes caminables entre otras medidas posibles de calmado del tráfico.

Restricciones al uso excesivo del tráfico a motor

Para la Red de Ciudades que Caminan, una ciudad respetuosa con las personas debe restringir el uso excesivo del tráfico a motor.

Proponen soluciones como reducir el tamaño de los carriles, tomar medidas eficaces para cumplir la velocidad 30, desincentivar el uso del vehículo privado fomentando medios alternativos como el transporte público o la bicicleta.

Los conductores y peatones deben ser extremadamente prudentes. Cumplir con las normas y evitar distracciones para no causar daños al resto de las personas que utilizan el espacio público.

Implementar progresivamente algunas de estas medidas pueden hacer nuestras poblaciones más seguras y saludables para la crianza de niños y niñas, según la Red de Ciudades que Caminan.