Para la elaboración del décimo estudio sobre las políticas de Responsabilidad Corporativa de 2017 en las empresas, KPGM ha analizado datos de 4.900 entidades de 49 países (las 100 más grandes de cada uno). El informe destaca como tendencia emergente “el reconocimiento de los riesgos financieros ligados al cambio climático”, según un comunicado facilitado por la compañía.

De los 49 países analizados, sólo en cinco: Taiwán, Francia, Sudáfrica, Estados Unidos y Canadá la mayoría de sus organizaciones mencionan los riesgos financieros asociados al clima en sus informes, esto sucede porque el Gobierno y el mercado de valores promueven el desglose informativo.

El informe explica que, por sectores, las empresas que más admiten la inseguridad asociada al cambio climático en sus memorias son las compañías forestales y de papel (44%), seguidas de las químicas (43 %), las del sector de la minería (40 %), del petróleo y gas (39 %), automoción (30 %) y de las de suministros públicos (38 %). Por el contrario, las que menos datos publican sobre este peligro, son las entidades que operan en los sectores de atención sanitaria (14%), de transporte y ocio (20%) y de distribución minorista (23%).

Tras analizar que en las 250 compañías más grandes del mundo es más habitual reconocer el riesgo financiero asociado al clima, sí que se ha percibido que “aún dista de tener carácter universal”. De éstas, las que más lo admiten son las situadas en Francia (90%), Alemania (61%) y Reino Unido (60%) frente al 29% de las situadas en España.

Aunque gran parte de las grandes corporaciones reconocen estos peligros, “solo seis empresas del G250 han informado a los inversores sobre los posibles efectos financieros” por lo que el responsable global de Servicios de Sostenibilidad de KPMG, José Luis Blasco ha animado a las compañías a actuar rápido antes de empezar a "perder inversores y comprobar la rapidez con la que aumenta el coste del capital y de los seguros".