Son tres científicos catalanes y se llaman: Neus Sabaté (CSIC), Mariano Campoy (CSIC) y Jordi Sort (UAB), que han recibido 1,9, 2,4 y 1,75 millones de euros, respectivamente.

Neus Sabaté, investigadora Ramón y Cajal en el Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM) del CSIC, trabaja en el proyecto Supercell que pretende desarrollar pilas de combustible de papel que generen electricidad a partir de moléculas orgánicas como el etanol, la glucosa o la urea, que podrían usarse, por ejemplo, para pruebas de embarazo.

Mariano Campoy, del Instituto de Ciencias de Materiales de Barcelona (ICMAB) del CSIC, tendrá la oportunidad de financiar el proyecto FOREMAT que permitirá la producción e identificación ultarrápida de materiales orgánicos prometedores para el sector energético, como paneles solares.

Jordi Sort, profesor de investigación ICREA en el Departamento de Física de la UAB, podrá financiar el proyecto SPIN-PORICS que, durante cinco años, desarrollará materiales que permitirán construir ordenadores que prácticamente no consumirán corriente eléctrica, sin pérdidas energéticas en forma de calor y cuyas baterías tendrían una duración prácticamente ilimitadas.