Cada vez es mayor la concienciación de la sociedad sobre los efectos del cambio climático. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) asegura que los consumidores no son plenamente conscientes de cómo el cambio climático puede afectar a sus vidas.

En este sentido, si bien hay mucha información sobre los efectos globales del cambio climático, esta es mucho más escasa en el marco de sus consecuencias en los hábitos de vida cotidianos, entre los que se encuentran los del consumo.

La OCU realizó un estudio hace dos años donde revelaba que el 73% de los españoles aseguraban tener presentes aspectos éticos y ecológicos a la hora de consumir, o que el 62% de ellos consideraban el consumo como una potente herramienta para cambiar el mundo.

Del mismo modo, el 57% de los entrevistados afirmaron sentirse identificados con los mensajes de las nuevas economías al servicio de las personas y del planeta; sin embargo, la mayoría de ellos confesaron, a su vez, desconocer dichas iniciativas.

En base a estos resultados, la OCU asegura que los consumidores son la palanca de cambio hacia un planeta más sostenible, si bien es necesario concienciarlos sobre la importancia que tienen sus comportamientos diarios para la supervivencia de la vida.

Del mismo modo, es fundamental que las administraciones y los gobiernos implicados sean conscientes de la necesidad de introducir cambios para que el consumidor pueda elegir productos más sostenibles, una meta de la campaña de la OCU, ‘Cámbiate al verde’.

También resulta fundamental aumentar las campañas de reciclaje y economía circular a través de programas de sensibilización y educativos, así como mejorar la eficacia de los sistemas de recogida y valoración de residuos.

En este sentido, uno de los problemas que requiere especial atención en el ámbito del reciclaje es el plástico, del que los consumidores son, en parte, responsables. Por ello, también es necesario pasar del reciclaje a la reducción, a la sustitución progresiva del plástico.

Con respecto a la descarbonización de la energía, ha de llevar aparejada sistemas de movilidad sostenible, pero la OCU denuncia la escasez y dificultad que tienen los consumidores para informarse y acceder a las ayudas del Gobierno para comprar vehículos eléctricos.

Sin embargo, la cuestión principal actual es la necesidad de ampliar exponencialmente los puntos de recarga. En cuanto a las energías renovables y la dificultad de los consumidores para instalarlas en sus hogares, la OCU afirma que la mayoría de ellas han encontrado sus inicios en las ayudas públicas.

Por todo ello y para que estas energías lleguen a los hogares con mayor facilidad, la organización reclama que las administraciones favorezcan su impulso, porque su uso reduciría el impacto del medio ambiente y esto beneficiaría al conjunto de la sociedad.