La Expedición Científica Antártica (ECA) 55, que ya habría adelantado el valor del estudio del ciclo del carbono para combatir el cambio climático, ha llegado a la conclusión de que el deshielo de grandes bloques glaciares produce enormes vertidos de agua dulce en los mares de la zona.

Después de realizar numerosas pruebas en la bahía de Fildes, en los alrededores del glaciar Collins, han observado que este proceso, conocido como ‘freshening’, “permite el crecimiento de citoplanton”. Además, según los investigadores, esta reducción de la sal, también supone un aumento en las temperaturas de la zona.

Sin embargo, los efectos de estos cambios en el kril y en peces de esta zona, todavía no están del todo claros. “En el futuro conocer cómo los organismos se van a adaptar al cambio climático global tanto en los cambios de temperatura y salinidad es fundamental para conocer las adaptaciones que van a tener esos organismos”, adelantaban desde la expedición antártica.

Por otra parte, los científicos descubrieron que, a medida que se alejaban de los glaciares, estos fenómenos variaban. Por una parte, aumentaba la temperatura del agua. Pero, por otra, se reducía el nivel de desalinización del elemento. Una serie de resultados que servirían para determinar cómo afecta a la flora y a la fauna marina este ‘freshening’, y cómo estas se adaptarían a las nuevas temperaturas y condiciones de salinidad.