Estos dos animales nacieron en Rusia y llegaron a Brasil durante el verano austral y en pocos días serán presentados al público brasileño.

Hasta el pasado mes de diciembre, los osos polares vivían en un zoo en la ciudad rusa de Kazan, pero, según los especialistas, el espacio no era lo suficientemente grande para un desarrollo adecuado.

Por ello, tras dos años de negociación, 15 horas de vuelo y 22.000 dólares, esos osos polares llegaron a Sao Paulo como parte de un proyecto de preservación y reproducción que empieza a dar resultados.

El científico del zoológico de Kazan, Ivan Ezhov, por su parte, destacó la calidad de las instalaciones, así como el trabajo desarrollado por los especialistas del acuario de Sao Paulo.

"Nos gustó mucho lo que vimos (cuando vinimos a ver el zoológico). El trabajo de los especialistas, el recinto… Era magnífico, uno de los mejores que vimos. El recinto es mejor que el de Kazan", explicó Ezhov.

A pesar del contraste climático entre ambos países, Aurora y Peregrino consiguieron adaptarse sin dificultades a su nueva casa, la cual cuenta con 1.500 metros cuadrados de superficie y temperaturas de entre 15 y 5 grados bajo cero.

Sin duda, la llegada de estos dos osos polares marcará una nueva era en el acuario de Sao Paulo.