El estudio 'Caracterización de poblaciones de lince ibérico en el entorno de la Sierra del Guadarrama', ha demostrado, además, que Madrid es un "territorio propicio" para que la especie pueda asentarse por presentar "condiciones idóneas" en el hábitat de los félidos, al contrario de lo que se venía apuntando en investigaciones anteriores.

Entre 2015 y 2016, investigadores de la UCM realizaron un "muestreo sistemático" del área regional donde se han visto linces ibéricos en la última década, correspondiente a un total de 21 transectos -trayecto sujeto a las observaciones para un proyecto científico- en primavera y otoño de cinco kilómetros cada uno, unos 70 en total.

Se habrían recogido 88 muestras de excrementos en 17 transectos que, tras haber sido analizadas por los propios investigadores y por dos laboratorios externos, habrían dado positivo en el análisis del ADN en un total de 46 de ellas.

En cuatro de esos transectos, las muestras de excrementos positivas se han encontrado tanto en 2015 como en 2016, lo que deja entrever un "indicio de permanencia" en la zona.

Las zonas más favorables para el lince, según este estudio, son la parte suroeste de la región, entre el río Guadarrama y los ríos Alberche y Cofio, así como la zona de Aranjuez con el curso bajo del Jarama y medio del Tajo, y el noreste, en las inmediaciones del río Henares y del municipio de Valdetorres del Jarama.

Los investigadores han explicado que es demasiado pronto para sacar conclusiones pero se ha estimado que en la Comunidad de Madrid podrían existir entre 27 y 37 ejemplares de lince ibérico.